martes, 2 de junio de 2009

La importancia del aparato critico

Muchas ocasiones he coincidido con profesores de educación media y superior así como estudiantes que elaboran la memoria escrita de una investigación preocupados por citar correctamente en los trabajos académicos. La angustia aumenta cuando se produce una combinación de moral y desconocimiento. No existe un aparato crítico único, por lo que puede darse el caso de que docentes con formación psicológica, por ejemplo, esperen que, un alumno de medicina habituado a usar AMA, cite en APA. O a un humanista clásico que prefiere ibidems y opcits a las referencias parentéticas. La preocupación es sana, a condición de que el cuidado de la forma no mate contenido.

En principio, habrá que señalar por qué es importante citar. En el ámbito de la investigación científica, el valor del documento en que se exponen los resultados de del trabajo intelectual, además del rigor metodológico, exige que se presente información de tal manera que cualquier otro investigador, en condiciones similares, obtenga conclusiones semejantes. Exponer el marco teórico y los métodos empleados, favorece la posibilidad de avanzar en el conocimiento mediante la comprobación y la búsqueda de nuevos problemas o soluciones.

Entonces, antes de la preocupación por la corrección en la forma, habrá que enfatizar dos valores del trabajo científico: la honestidad (o pretensión de verdad) y la precisión (o rigor), es decir, 1) debe distinguirse lo que postula el investigador de las palabras que no son suyas, es decir, se debe diferenciar lo dicho por el autor de los datos empleados y las fuentes consultadas; y 2) también deben proporcionarse todas las referencias necesarias para que cualquier otro investigador pueda verificar los resultados. Dicho lo anterior, podemos avanzar, apuntando que la forma de citar obedece a convenciones y acuerdos. ¿Entre quienes? Entre los miembros de asociaciones, instituciones o comunidades de investigación. Algunas revistas y periódicos también establecen las características que deben cumplir los textos que publican.

En términos generales una referencia debe incluir como información mínima al autor, el título, lugar de al publicación, editorial y año (y la página, por supuesto). En el sistema de citas y referencias tradicional los datos bibliográficos aparecen al pie de página y al final del documento. Las referencias parentéticas pretenden agilizar las referencias y ahorrar tiempo de lectura. Ordinariamente, la bibliografía completa aparece al final, y en el texto únicamente la información indispensable. En esta categoría se encuentran:

APA, recomendado para ciencias sociales, educación y psicología.
MLA, para artes, humanidades y literatura.
AMA, para ciencias biológicas y mediciana
Turabian para “college students”.
Chicago, usado en múltiples revistas y publicaciones periódicas.

Para ver guías sobre estas formas de citar, se puede visitar la página de Long Island University.

Por último, habrá que decir que estos diferentes no son los únicos que hay y que en todo caso no deben combinarse.

No hay comentarios: